Una marca imborrable…

Trazamos en la vida momentos inolvidables. Uno de estos fue para Fray Ariel Fessia O.S.A el más importante en su vocación. El 2 de abril, Conmemoración de los Caídos en las Islas Malvinas, fue el día elegido por el hermano Ariel para dar un gran paso en la vida consagrada. Como María, y muchos otros santos que siguieron convencidos el proyecto de Dios, el sí de nuestro hermano es decisivo en la construcción del reino propuesto por Jesús.

Compartimos esta alegría con la comunidad que la Orden de San Agustín tiene en la parroquia de nuestra Señora del Pilar, de la ciudad de rosario. La misa, que comenzó a las 11hs, fue presidida por el Superior y Vicario General del Vicariato San Alonso de Orozco de Argentina-Uruguay, Padre Nicanor Juárez Saldaña O.S.A; y concelebrada por varios hermanos de la Orden que se llegaron de otras comunidades (Buenos Aires, Salta y Uruguay). También con los postulantes y profesos. Y, como era de esperar, con la cálida familia de Fray Ariel Fressia, que estuvo acompañándolo desde su ingreso a la casa de formación. Padres, hermanos, sobrinos y amigos que seguían con profunda emoción la ceremonia de profesión de Votos Solemnes. Por último, la comunidad toda de la Parroquia que quiso decir presente. Al término, compartimos un fraterno ágape entre todos. Este gran acontecimiento nos ha llenado de alegría y esperanza a todos.

Particularmente, acompañar a mi hermano y amigo, me hizo reflexionar acerca de la vocación que nos ha sido dada por Dios y que nuestro Padre San Agustín resume hondamente en estas palabras: “Señor, tu nos diste el que te encontráramos y el ánimo para seguir buscándote. No permitas que sucumbamos al cansancio ni a la desesperanza. Haznos buscarte siempre y cada vez con más ardor. Danos fuerzas para adelantar en tu búsqueda”(DE Trinitate19, 28.51). Pues hemos sido marcados en el bautismo por Dios; esto no es más que un retorno a aquel que nos eligió primero y nos predestino a vivir en la caridad, la fraternidad y el servicio con y para los otros. Hacemos vida las palabras de nuestro Señor Jesucristo: “Permanezcan en mi amor” (Jn. 15,10).  

Elevamos una oración de acción de gracias a Dios por Fray Ariel, porque una vez más su opción fue permanecer en el amor de Cristo, eso jamás le será quitado… “Porque nos hiciste,  Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti…” (Conf. 1. 1,1). ¡Hasta la próxima! Y sean bendecidos por el Dios-Amor.

Daniel Bracamonte, (Pre-novicio) O.S.A