Promoción vocacional

"Por amor al carisma recibido y para que nuestra Orden pueda continuar debidamente su misión en la Iglesia, no sólo debemos recibir con agrado a los que se sienten llamados por Dios y piden ingresar entre nosotros, sino también promover las vocaciones en todas las regiones donde trabaja la Orden" (Constituciones N° 186).

lunes, 4 de agosto de 2014

La semana del re-encuentro

El lunes 28 de julio fue la fecha marcada para el re-encuentro. El lunes nos volvimos a encontrar en la Casa de Formación después de un tiempo de vacaciones. Durante este mes, algunos de mis hermanos, después de rendir sus exámenes en la facultad,  se fueron a visitar a sus familias y amigos; otros, nos fuimos de misión con los jóvenes de los colegios por la Prelatura de Cafayate. 



Comenzamos la semana. Los momentos comunitarios fueron aquellas excusas para compartir nuestras vivencias durante este tiempo de receso. Algunos nos contaban de cómo sus familias los estaban esperando y cómo los habían "malcriado" durante estos días. Por cierto, pasar un tiempo, aunque sea breve, con nuestras familias nos levanta el ánimo y nos ayuda a retomar el camino con más alegría. Y, otros, compartíamos nuestras experiencias con los jóvenes en la misión: el entusiasmo y la alegría de los misioneros que contagiaban,  la generosidad de la gente sencilla del norte, las dificultades que pasamos y el menú de estos días. Por cierto, el menú de la misión del "San Martín de Tours" fue mucho mejor. 



Antes de comenzar las actividades, el Equipo de Formación nos organizó una salida comunitaria. Nos fuimos al Campo de Deporte (en Pilar), almorzamos un asado "impecable", disfrutamos de algunos momentos de recreación y nos fuimos a ver una película al cine. "Perdimos el tiempo, pero lo perdimos juntos". Fue una muy buena jornada y la disfrutamos mucho. Aunque, todavía, no encontramos un paquete de galletas de chocolate que se extravió "por ahí".



Desde el viernes hasta el domingo estuvimos acompañando a cuatros jóvenes que participaron del retiro vocacional. Durante este fin de semana, preparamos algunas oraciones y charlas, ayudamos en la liturgia y estuvimos sirviendo en la cocina. Este fin de semana trabajamos con esperanza; tal vez, ellos nos acompañen para el próximo año en la formación. El ver a jóvenes preguntando por nuestras cosas, por nuestros carisma, entusiasma y nos anima en nuestro discernimiento vocacional. 


Es medianoche, ya es lunes, y mañana hay que levantarse temprano. Es ahora de terminar esta breve crónica. Por eso nos despedimos y les pedimos que nos continúen acompañando con sus oraciones.

¡A dormir! Mañana arrancamos la segunda parte del año.