Promoción vocacional

"Por amor al carisma recibido y para que nuestra Orden pueda continuar debidamente su misión en la Iglesia, no sólo debemos recibir con agrado a los que se sienten llamados por Dios y piden ingresar entre nosotros, sino también promover las vocaciones en todas las regiones donde trabaja la Orden" (Constituciones N° 186).

viernes, 4 de julio de 2014

Misión a Seclantás.

El 26 de enero del corriente año los postulantes de la O.S.A nos reencontrar en Salta después de un mes de vacaciones. La alegría por volvernos a ver las caras era grandísimo. Mas al ver que todos continuábamos. Entre jubilo y risas nos disponíamos a empezar el año con la misión a Seclantás.


Seclantás es un pueblo en la Provincia de Salta, que se encuentra como a dos mil metros de altura, con habitantes muy sencillos en la forma de vivir pero con una calidez humana que te hacían sentir como parte de su entorno. La experiencia de misión como comunidad era nueva para los postulantes, así como el lugar de misión.
Llegamos a Seclantás el 27 de enero, ahí nos instalamos en una casa detrás de la capilla Nuestra Señora del Carmen, terminando la instalación comimos para luego descansar. Por la tarde fuimos al patio de la capilla a limpiar, estuvimos sacando escombros, yuyos, separar piedras para hacer un cantero; esto sería nuestro trabajo durante las tardes.
Nuestro día empezaba con un momento de oración en la capilla dando gracias a Dios por el día que empieza y encomendarle el día de misión, después pasábamos a desayunar para partir a la misión, caminábamos largas distancias y éramos recibidos con amabilidad en las casa, compartíamos con las familias. Recorrimos gran parte del pueblo de Seclantás y pueblos cercanos. Llegábamos casi al medio día a la casa donde nos alojábamos, después de almorzar íbamos a descansar para por la tarde poder trabajar en la limpieza del patio de la capilla. Por las noches celebrábamos la misa dando gracias a Dios por el día de misión y el trabajo y por las familias que habíamos visitado.


En todos estos días no falto la alegría, el compañerismo, la fraternidad, la oración y el trabajo marco los días en Seclantás.
La experiencia de misión fue única por el compartir después de un mes de vacaciones, el poder conocer otra realidad distinta a la que estábamos acostumbrados y el compartir con personas de otra realidad social nos toco profundamente como religiosos y cristianos. Un días antes de partir pudimos participar de la fiesta Nuestra Señora de la Candelaria en el pueblo vecino de Molino, ella es patrona del pueblo. Fue una verdadera fiesta de Fe y tradición. Muchas gente vinieron de pueblos vecinos trayendo ofrendas a su “Madre”, pero la ofrenda mayor que percibimos fue la devoción y amor manifestado en ese día. Molino estaba de fiesta y a esa fiesta se le sumo los pueblos vecinos.
La misa fue el inicio de una jornada llena de religiosidad. Pudimos contemplar el desfile gaucho, la marcha de los alféreces saludando a ritmo folclórico a su Madre. La tradición marco la jornada, también pudimos participar de la jineteada.
Partimos de Seclantás con el Gozo de haber hecho una misión donde nos desprendimos de muchas cosas para compartir la sencillez y humildad de la gente, el poder experimentar el encuentro con un Cristo vivo en medio de las familias que visitamos. Agradecemos a Dios por esta experiencia que nos ayuda a seguir en su camino y esperando que se vuelva a repetir otra experiencia similar.
Diego Corbalan, (Pre-novicio) O.S.A



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